¡Foreign! (¡Extranjero!)
Los
que se han preocupado de la necesidad de adoptar un idioma universal no serán
nunca alabados como merecen. El internacionalismo, no podrá tener efectividad
hasta el día en que todos los hombres hablen la misma lengua. ¿Pero cuándo
sucederá esto? Cierto es que las lenguas tienden a fundirse, y un día llegará
en que se hable el idioma único; para esto, hace falta tiempo; diez, quince,
veinte siglos. Cuando todos se entiendan con las mismas palabras, sobrará una
de esas palabras, la más cruel, la más absurda, la más incomprensible para
quienes realmente entienden el milagro de la paz universal. Esa palabra no
puede ser pronunciada, dignamente, por hombres civilizados; esa palabra es extranjero,
y, su significación no se explica sin la idea de aislamiento; sin establecer
erróneas y funestas limitaciones.
En
nuestra memoria perdurará el recuerdo de la palabra estúpida, dicha por unos
ingleses que caminaban junto a nosotros por el Strand, en Londres. ¡Foreign!
La entonación, el gesto, el aire de profundo desprecio con que los ingleses
pronuncian la palabra foerign, nos hizo entonces volver a la realidad;
abatió bastante el entusiasmo que sentíamos al entrar en la gran ciudad,
considerada por nosotros, como el país más civilizado rincón del mundo. –“I
amb brother not forcing” -replicamos nosotros al orgulloso londinense, que
se quedó mirándonos con ojos estúpidos sin saber qué contestar.
Los
poetas, “esos animales orgullosos que se entretienen en agitar las aguas para
que parezcan profundas”, como dice Federico Nietzsche, contribuyeron mucho a
mantener vivo el espíritu de egoísta aislamiento que nos va pareciendo tan
perjudicial. Todos recordamos al gran poeta que dice:
“Feliz
el que nunca ha visto
más
río que el de su patria
y
duerme anciano a la sombra
donde
de pequeñuelo jugaba”
La
estúpida felicidad de una perenne ignorancia; de un perpetuo alejamiento del
mundo, cuesta trabajo suponerla aún remontando el curso de cuatro siglos.
La
palabra extranjero pierde cada día su odiosa significación; en el idioma
universal no existirá, pero el idioma universal está lejos; para llegar a él
faltan diez, quince, veinte, treinta, cuarenta siglos.
Article escrit per Andreu Nin el dia 1 d’octubre de 1914.
Només havien passat quatre anys des de que l’Andreu Nin
va escriure l’article anterior dedicat a l’Esperanto i els joves. Però la
actitud de Nin ha perdut tot l’optimisme que havia posat en aquell primer
escrit i ara ens trobem amb un article on aflora el pessimisme. Motius en tenia,
la Guerra del Marroc, els grans conflictes socials de 1913 i per acabar-ho d’adobar
la Gran Guerra o la Primera Guerra Mundial -tal com la coneixem
ara. Nin que s’havia mostrat sempre com una persona optimista en aquests
moments el dominarà el pessimisme. Però no serà una cosa només de Nin, les
circumstàncies eren molt propicies per deixar-se abatre pel pessimisme!
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